jueves, 15 de julio de 2010

LA NIÑA PERDIDA



Me ha llegado esa bruma turbia y sombría que me borra la risa. Hay cosas que no comprendo ni deseo entender. Hay cosas para las que soy inflexible y me vuelvo dura y acerada, se me borra la compasión. Muchas veces son las propias mujeres o su ignorancia las que apoyan los coportamientos castradores con las de su propio sexo.
Recuerdo a las primeras mujeres que querian trabajar en las minas. Sus peores enemigas eran las esposas de los mineros que no querian que sus maridos estuviesen a tantos metros bajo tierra teniendo por compañeras a otras mujeres.
Cuando Jomeini llevo a su pueblo al siglo XV, eran las mujeres las que velaban por el cumplimiento de las nuevas normas en la vestimenta femenina. Iban en pequeños grupos por las calles, los autobuses..Las que tenian suerte solo sufrian una humillacion publica, otras veces les pegaban y supongo que las mas atractivas, eran rociadas con acido.Esto me da miedo, me da miedo que las oprimidas se venguen del destino haciendo que la historia se repita en las jovenes.

No se si tiene relación pero he recordado uno de esos pequeños demonios, algo desagradable pero si, hay que expulsarlo. Me viene a la mente Sereníssima, ¿se escandalizara?.
Hace muchos años, 10 tenia entonces y media casi como ahora, apenas cuatro centímetros menos, o sea uno cincuenta y seis. No es demaciada altura pero si para una niña de 10 años. Tenia un pelo largo muy bonito, rubio y lacio. Me encantaba mi melena y siempre la llevaba suelta o con alguna cinta. Me gustaba correr y que se levantara con el viento.
Iba con mi madre cuando nos cruzamos con un jovencito del barrio que ni corto ni perezoso dijo: "señora vayase con Dios que con su hija me quedo yo".Mi madre no dijo nada pero estaba muy enfadada. Me llevo a la peluquería y le dijo a la chica que me cortara el pelo lo mas pequeño posible. Yo no entendía nada y solo atinaba a preguntar el porque y decir que no quería el pelo corto. La pobre peluquera intentaba convencerla diciendo que era una pena cortar un pelo tan bonito pero nada, ella no daba explicaciones y seguía en sus trece. Sentada ante el espejo, bañada en lágrimas, la chica me susurro que no me preocupara, que me volvería a crecer y que ella me haría una trenza con el pelo cortado para que lo guardara como recuerdo.

A los dos días me vino la regla, no sabia que era aquello y como era tan locuela y siempre estaba corriendo y bajando los escalones de cuatro en cuatro, pensé que seria alguna de mis muchas heridas. Lo primero que hizo mi madre fue echarse las manos a la cabeza y salir corriendo a la calle. Enseguida volvió mas tranquila y me dijo que por querer hacerme mas niña, Dios la castigo haciendome mujer. Me dio una serie de prohibiciones para esos días, menos mal que me llevo al medico, por lo de la edad tan temprana, y este me dijo que hiciera vida normal. Me dio unas toallitas de colores para que las usara, ordenandome que en cada cambio las lavara.
Comprendía que si aquello era mio, tenia que ser yo quien las lavara pero era y soy tan rematadamente escrupulosa que solo de pensarlo me estremecía. Recuerdo estar llorando delante de aquel cubo hasta que metí las manos sin parar de llorar. Cuando por fin termine y las tendí, me dio un paquete de compresas y explicandome para que servían. Se me quedo cara de tonta, solo atinaba a decir-¿porque?, ¿porque me das esto ahora?. No me contesto y nunca hemos vuelto a tocar el tema. Cuando me tranquilice, pensé que Dios la castigó a ella y ella me castigó a mi.

Mi pelo creció rápido, aun hoy me crece muy rápido, pero ya no tenia ese color clarito, ni era tan lacio. Se volvió moreno y ondulado, como con vida propia. Yo también cambie, deje de correr de un día para otro, me volví aparentemente mas sensata, muy correcta, super femenina, ya no gritaba, mi voz era casi un susurro, irradiaba dulzura pero era dura cuando hacia falta, se terminó de romper mi niña. Esa trenza de mis diez años formó parte de mi equipaje hasta hace dos años, cuando decidí dar un cambio a mi vida e intentar recuperar a mi niña.

6 comentarios:

mirandoelmar55 dijo...

Leonor ,te noto triste,no lo estés,y esa niña que llebamos dentro no la pierdas nunca,a veces los adltos hacen cosas que no tienen explicación,pero lo hizo y a ti eso te marco ,pero hay que seguir,y los momentos bajos hay que olvidarlos,y si quieres jugar como una niña hazlo,te ira bien .
Un beso y un abrazo muy fuertes,no se si me he explicado bien.


menchu_

Inocencia María dijo...

LEONOR me has dejao bufffff con lo que has contado y la manera en que lo has hecho, veía a esa niña, que mal rato debiste pasar como para que te quedase marcado de por vida! que dura fué tu madre! quizás ella tenía sus razones pero para una niña de 10 años...muy fuerteeeeee. Me sorprende todo esto que estamos viviendo, la forma que tenemos de compartir nuestras vidas entre todas, de destapar temores, traumas, miedos, nunca te calles algo que te esté ahogando LEONOR, sabes que siempre andamos por aquí y nos tenemos las unas a las otras para lo que sea.
BESOSSSS

AFRICA04

Pd: creo que todas tenemos una niña perdida dentro, sólo es cuestión de dejarla salir poco a poco, cuando ya esté fuera nos liberaremos del todo.

ion-laos dijo...

Que mala es la ignorancia y cuanto daño hace. Ya no tiene remedio, sólo intentar superarlo, dejarlo en un rinconcito de nuestro cerebro y que no nos vuelva a hacer daño. Tu madre también pasaria lo suyo, repitió patrón, esa es la lástima.
No te entristezcas más, has hecho bien desahogándote aquí, ese peso que te has quitado de encima.

Un besote grande

GELI dijo...

Hola amiga:

Tu entrada me ha tenido entretenida pero a la vez reviviendo lo que pasaste, porque creo que no has sido tu la única a la que le pasó lo que cuentas.

Ahora, ya mayor, pienso que lo hacian para protegernos, pero a esa edad es imposible que lo pensemos asi.

Lo que de verdad no entiendo es como existiendo compresas, tu madre te dió toallitas, quizás fue para que vieras que ya eras una mujer (aunque no lo creo) y si algun dia te manchabas que fueras tu misma la que lavases esas manchas, pero como te digo no termino de entenderlo. Pienso que al tiempo debias haberlo hablado con ella, aunque no se la complicidad que tenias con ella.

Niña, creo que todas somos todavia niñas, yo hay veces que hago cosas o pienso en algo que yo misma me sorprendo, pues son cosas de niñas, y me niego a que se vayan de mi, porque para mi la edad no importa, hay veces que me gustaria ser una niña de verdad, de esas que no tienen graves problemas y viven la vida a tope.

Bueno menudo rollo, espero que te vaya bien en lo que tu ya sabes.

Un beso de chocolate helado.

Geli.

canela78 dijo...

Leonor todos tenemos un niño dentro,tan solo la tienes q saber escuchar,puede q lleve mucho en silencio,pq es politicamente correcto,pq nos enseñan a comportarnos como adultos,pq esta sociedad en la q vivimos nos hace crecer rapido,y sin querer caemos en la espiral de lo correcto,pero si la escuchas muy adentro sigue ahi,liberala,corre y deja q tu melena corra al viento.
Un besito y arriba como la espuma.
(ya se q es facil decirlo,y tambien se lo dificil q es hacerlo,pero sacaremos la cabeza,no lo dudes)
canela

Andylonso dijo...

Y eso sólo es un retal de tu vida. La verdad, me ha conmocionado lo que he leído; sobre todo ahora, que gracias a dios, en relación a esas cosas la gente es más liberal para hablar de ciertas cosas, incluso, a veces, demasiado liberal.
Esa niña que corría, saltaba, y gritaba no la pierdas Leo, muchas veces nuestro niño interior llama a gritos para que lo dejemos salir, pero estamos tan encorsetados por las buenas formas, dar ejemplo y demás, que a veces olvidamos que a ese niño también hay que alimentarlo, porque es lo que, con pequeñas cosas nos permite ser auténticamente felices. Si sólo pensáramos con nuestra mente adulta, creo que nunca alcanzaríamos la felicidad completa.
Un abrazo y todo mi animo